El CCR, ubicado en José Miguel Carrera 1053, en el sector alto de Llolleo, brinda terapias de rehabilitación física principalmente a personas con enfermedades neurológicas complejas, contribuyendo de manera significativa a su calidad de vida y proceso de recuperación.
Para celebrar esta importante trayectoria, se realizó una ceremonia que contó con la participación del alcalde de San Antonio, Omar Vera Castro; el concejal Manuel Meza, presidente de la comisión de Salud; profesionales de la red de Atención Primaria de Salud, pacientes y sus familias. En paralelo, se desarrolló una Feria Navideña donde usuarios pertenecientes a agrupaciones y talleres del centro ofrecieron diversos productos como galletas caseras, artesanías, bolsas de género, postres y tejidos, por detallar algunos artículos.
Freddy Pérez, encargado del Centro Comunitario de Rehabilitación, recordó los inicios del proyecto. “Esta historia comenzó en 2013, cuando dos profesionales iniciaron actividades de rehabilitación en el Techo Fraterno. En 2015 se conformó un equipo multidisciplinario, incorporando kinesiólogos, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales y TENS. Gracias a ese trabajo se logró consolidar este formato de Centro Comunitario de Rehabilitación. Hoy celebramos diez años de nuestro centro y dos años funcionando dentro del Cesfam Néstor Fernández Thomas. Antes estuvimos en el Techo Fraterno y en la Casa Amarilla. Somos el primer y único CCR que opera al interior de un Cesfam en San Antonio”, destacó.
Servicios
Respecto a las prestaciones que entrega el CCR, el kinesiólogo explicó que existen dos modalidades de atención. “En la Rehabilitación con Base Comunitaria (RBC) atendemos pacientes con patologías como Parkinson, accidente vascular, amputaciones y demencia, entre otras, que requieren tratamientos prolongados, de meses o incluso años. Posteriormente, continúan con controles junto a su especialista. En el formato RIO abordamos patologías osteomusculares, como problemas de hombro, rodilla o artrosis, donde generalmente se indican entre 10 y 20 sesiones, según cada caso”, detalló.
El concejal Manuel Meza valoró el crecimiento y el impacto del CCR a lo largo del tiempo. “Este centro partió con un equipo muy reducido y hoy cuenta con un grupo de profesionales bastante amplio, que entrega cobertura a personas con discapacidad y movilidad reducida, tanto transitoria como permanente. El trabajo desarrollado ha permitido no solo la rehabilitación, sino también la participación activa de los pacientes en distintos talleres y actividades”, señaló.
Por su parte, Rosa Castillo, usuaria del centro e integrante del grupo de Bochas, compartió su experiencia. “Llevo un año atendiéndome aquí. Llegué muy mal, con una depresión severa, y fui muy bien acogida por la kinesióloga Deyanira. La queremos mucho porque nos ha apoyado al cien por ciento y eso nos motiva a venir más seguido. Estamos siempre esperando el lunes para reunirnos. Nos ha ido muy bien con todas nuestras compañeras; tenemos la misma enfermedad y nos apoyamos mutuamente. Es un grupo muy especial”, expresó emocionada.