Una amasandería que tenían las religiosas de la capilla “Nuestra Señora de Guadalupe” en el sector de las Planicies en Bellavista y que estaba sin funcionar, volverá a abrir sus puertas a la comunidad a partir de la próxima semana, esto porque la Municipalidad de San Antonio, a través de la Dirección de Desarrollo Comunitario (DIDECO), financiará los costos necesarios para ponerla en funcionamiento, entregando el pan a los vecinos más vulnerables durante la cuarentena a cambio de un aporte voluntario, para después ofrecerlo a un precio módico.
“Dentro de todas las acciones que está desarrollando el municipio surgió esta posibilidad de reactivar una amasandería ubicada en el sector de Bellavista junto a la congregación de las religiosas que están bastante comprometidas junto con la comunidad, esperamos tenerla funcionando el lunes y va a estar destinado originalmente para las familias más vulnerables del sector a adultos mayores y poder colaborar con lo que son las ollas comunes de este territorio”, explicó Manuel Vidal director de Dideco de la Municipalidad de San Antonio.
Por su parte, Nidia Castro, presidenta de la junta de vecinos Planicies de Bellavista, agradeció el apoyo del municipio para ejecutar esta iniciativa que va en beneficio de las familias que más lo necesitan.
“En este momento estamos muy contentos porque también queremos apoyar y colaborar con nuestros vecinos que están sin trabajo, entonces para nosotros es una muy buena iniciativa que el municipio nos esté apoyando en este sentido. Nos va a salir bien esto, va a funcionar. El sector de Bellavista es muy amplio y hay mucha gente cesante”, comentó la dirigenta vecinal.
Andrés Caro es el panadero que fue contratado por el municipio para que elabore las marraquetas y hallullas diariamente. “Para mí es excelente, muy buena idea. Además para poder trabajar porque en este momento estoy cesante. Ojalá que salga todo positivo con el pancito que vamos a fabricar con los vecinos acá, para llegar a todos los que tienen menos, eso es lo esencial”.
Verónica Yumani, religiosa de la capilla Nuestra Señora de Guadalupe, es boliviana y lleva 9 años en San Antonio y se declaró muy contenta con la reapertura de la amasandería. “Muy feliz de poder ayudar, me gusta hacer obra social. Siempre he querido ayudar pero por la pandemia no se puede salir sin permiso. Voy a apoyar en lo que puedan necesitar y así trabajar en comunidad con todos los vecinos de Bellavista, porque hay mucha gente que lo necesita”.